Y he aquí mi aprendizaje tras pisar y recorrer una pequeña parte del continente africano. Todo se resume en tres expresiones:

  • ¡Jambo! no es solo ¡Hola! Es una sonrisa sincera, llena de ilusión por correr, a pasitos cortos, salir al encuentro, tender la mano y recibir otra. Contacto. Dos colores de piel que se unen en perfecta armonía. Dos manos que se acarician levemente. Dos miradas que se cruzan y que alimentan aún más la conexión. No hacen falta más palabras, todo lo demás va consigo. ¡Jambo!
  • ¡Pole, pole! es decir, ¡Despacio, despacio! Todo a ritmo. Ritmo africano. En clave de Sol. Un Sol al que observar, parado, frente a él. Ante su salida, o su puesta, ¡Pole, pole! El tiempo se detiene. Disfrutar de esta tierra, de su gente, de su cultura, de sus paisajes… requiere instantes. Instantáneas. Tantas… como cada segundo en nuestras vidas. Mucho que pensar. Un solo mandamiento: ¡Pole, pole!.
  • ¡Hakuna Matata! Etimología innecesaria. Filosofía de vida. Todo pasa, todo fluye, y lo hace inexorablemente. A veces a favor del viento, otras en contra. ¡Hakuna Matata! Avanzar es la clave. Hacerlo en compañía importante. No perder el sentido. Lo más fácil es saber decir: ¡Hakuna Matata!

Tres expresiones por si solas, que unidas se hacen más fuertes. Una tras otra, en ese orden, ¡Jambo! ¡Pole, pole! ¡Hakuna Matata! marcan el camino. A, B y C. He de recordarlas. Día a día. Sea cual sea el destino.

Gracias África.